miércoles, 22 de abril de 2015

Ágape frente al mar en el Tinglado




Tarragona, una ventana abierta al mar. Una ciudad que respira y respeta su pasado y que mira hacia el futuro. Historia viva, llena de tradiciones que aún hoy perduran y que no deben perderse nunca.

Afortunados somos de estar rodeados de tanta riqueza, de esa a la que muchas veces no se le da importancia, pero que la tiene y mucha: patrimonio, cultura, gastronomía, arte...

Del mar nos llegan productos tan valorados como nuestra gamba, la de Tarragona. Y tantos otros pescados igualmente apreciados en nuestra costa mediterránea. La recepción, la puja, la elección, la preparación y el manipulado es casi un ritual por el que debemos estar agradecidos.

Y así lo quisimos plasmar recientemente en un privilegiado ágape en el Tinglado del Moll de Costa. Frente a los lujosos yates atracados en la Marina Port Tarraco y con los barcos pesqueros y el barrio del Serrallo al fondo, los comensales pudieron disfrutar de un maravilloso almuerzo, en el que los principales productos locales fueron las verdaderas estrellas.

Tartar de tomate con pescado azul y mini calçots en tempura con salsa de romesco como aperitivo, una deliciosa y vistosa coca de verduras asadas con gamba roja y unos más que apetecibles filetes de dorada con chips de alcachofa componían un menú de alto standing. Un lujo, un placer, un acto de agradecimiento a lo que nos da nuestra tierra y nuestro mar.






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